Publicación del libro «Las niñas ladronas vuelven a la casa del árbol y otras historias»

Como cada año, he vuelto a publicar un libro recopilando todos los textos que he redactado para trabajar diferentes contenidos, habilidades, destrezas y actitudes con mi alumnado. Solo he incluido los textos en sí, no las actividades. Son textos literarios que he utilizado para trabajar contenidos como los siguientes: Técnicas de estudio, habilidades sociales y emocionales (identificar a personas tóxicas, manejar la tristeza y la ansiedad, el valor de compartir y rechazar el consumismo, la empatía y la escucha activa, la resiliencia, la toma de decisiones, la mediación a la hora de resolver conflictos, el éxito y el fracaso…), el fanatismo en el fútbol, la superación de adversidades y el aprender de los errores, vocabulario relacionado con diversas temáticas (los viajes, la Semana Santa, el carnaval…), analizar los rasgos y características de diferentes tipos de textos (narraciones, obras de teatro, descripciones, noticias, entrevistas…), contenidos específicos de diversas materias (ej: biología)…y por supuesto la comprensión lectora.

Al igual que el año pasado, se han clasificado los textos por etapa educativa: Educación Primaria y Educación Secundaria. Como novedad, aquellos textos relacionados entre sí por pertenecer a la misma historia se incluyen dentro del mismo texto, pero dividiéndolo en capítulos.

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Comprensión lectora de diferentes tipos de textos

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Saber leer no es solamente saber decodificar todos los grafemas de los que se compone un texto. Saber leer es saber comprender el mensaje que nos transmite la persona que ha escrito ese texto y podamos darle una utilidad. Puede ser desde adquirir un aprendizaje, o entender una serie de instrucciones para realizar una tarea concreta, o enterarse de una noticia relevante.

Comprender un texto puede ser una de las tareas más complejas a las que se enfrente un estudiante. Influye mucho la experiencia que esa persona haya tenido en relación al tema que está trabajando. Es posible que el texto presente un nivel demasiado elevado al que tiene el alumno, y entonces le cuesta conectar la información que aparece en el texto con las ideas previas que tiene en sus esquemas de conocimiento. Si lo estudiase, probablemente lo memorizaría, y hasta podría sacar un Sobresaliente, pero seguramente esa información se le olvidaría al cabo de unos días, ¡y a saber si sería capaz de aplicarla a un problema!

¿Qué pasos debemos seguir para leer un texto?

  1. Hacernos preguntas acerca de lo que sabemos sobre el tema.
  2. Consultar información externa para enterarnos más sobre el tema, si vemos que tenemos lagunas. Buscar información más sencilla, de un nivel más bajo, o repasar libros que hayamos leído anteriormente.
  3. Comenzar a leer el texto y extraer las ideas principales y secundarias de lo que estamos leyendo. Es posible que para entender algún vocabulario, necesitemos utilizar el diccionario o el buscador Google. No dejemos nunca nada por supuesto ni memoricemos ningún concepto sin saber lo que es. Hay conceptos que, según el contexto, pueden tener un significado diferente.
  4. Puede resultar recomendable realizar un resumen o un esquema del texto. Probemos a contarle a otra persona lo que hemos leído.

Existen muchos tipos de texto diferentes. En la etapa de Educación Primaria, siempre se ha abusado más de los textos literarios: Cuentos, poemas, fábulas, trabalenguas, adivinanzas, etc. Es importante iniciarles en la lectura de diferentes textos: cartas, instancias, instrucciones, manuales de instrucciones, correos electrónicos, formularios, artículos de prensa, anuncios publicitarios, leyes, etc. Si conocemos su estructura, el tipo de lenguaje utilizado y la finalidad de estos textos, contribuirá bastante a que comprendamos dichos textos.

Las dificultades específicas de aprendizaje en comprensión lectora son muy típicas en algunos estudiantes. Primero debemos diagnosticar si presentan alguna dificultad como la dislexia o retraso lector, y si la cuestión está centrada en la compresión lectora, debemos hacer hincapié en ella. Influye también el conocimiento lingüístico que tenga el alumno. Si comprobamos que el léxico que posee es escaso, o que no domina su gramática (por ejemplo, no sabe qué es un pronombre ni sabe identificarlos, ni qué significado tienen en una oración), pues tendrá más dificultades para comprender un texto. Para conocer mejor la estructura de un texto, podríamos ayudar al alumnado a crear un texto siguiendo esa estructura, porque una vez que se ha experimentado la creación de ese texto, le ayudará a entender mejor su finalidad.

Estas y otras estrategias son fundamentales para trabajar en las aulas.