Autismo y Síndrome de Asperger

Trastorno Generalizado del desarrollo: Autismo y Síndrome de Asperger, en Cádiz
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Acerca de los niños con Trastorno Espectro Autista

Anteriormente esta sección se denominada «Alumnado con trastornos generalizados del desarrollo (TGD)«. La definición que se manejaba de este concepto es que el alumnado que tenía TGD se caracterizaba por tener dificultades para comunicarse con otras personas y establecer relaciones sociales. Además, presentan un carácter muy estereotipado y cerrado, realizando una serie de actividades y rutinas restringidas, carácter obsesivo y dificultades para captar y entender las emociones de los demás y captar el sentido de algunas expresiones lingüística, como los refranes, las bromas o metáforas, entre otras características. Hoy en día, todos los trastornos relacionados se catalogan dentro del Trastorno Espectro Autista (TEA). Existen varios tipos de TEA:

  • Autismo infantil.
  • Síndrome de Asperger.
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
  • Síndrome de Rett.
  • Trastorno desintegrativo infantil.

Desde el Gabinete Psicopedagógico Kaposkly, se considera imprescindible diagnosticar e intervenir cuanto antes con estos alumnos para conseguir reforzar todas sus habilidades fundamentales, como la autonomía, las habilidades sociales, la inteligencia emocional y la función simbólica en general (es decir, la capacidad de comunicarse con los demás de forma que podamos recibir una respuesta coherente, en relación a lo que intentamos transmitirle). Los sistemas aumentativos y alternativos de la comunicación (SAAC) son imprescindibles para poder iniciar y reforzar en este alumnado sus habilidades comunicativas y el posterior desarrollo del lenguaje. También se debe trabajar con aquellos procesos cognitivos asociados a sus necesidades educativas, como las funciones ejecutivas, la atención, la memoria, el razonamiento abstracto, la integración visual, la percepción visual y auditiva, la orientación espacial y temporal, etc.

Metodología de trabajo para el apoyo educativo dirigido a niños y adolescentes austistas o con Síndrome de Asperger

En primer lugar, tendríamos una primera entrevista con las familias para recoger la máxima información posible sobre la caracterización de sus hijos, además de poder tener una primera entrevista con él mismo. También le podríamos solicitar informes y documentación procedente de su centro educativo. Si fuese necesario, realizaríamos un diagnóstico, pero en el caso de que estuviese ya diagnosticado, según la información que recopiláramos planificaríamos un proceso de intervención psicopedagógica y psicológica con el objetivo de ayudarle a reforzar aquellas áreas en las cuales tienen más dificultades.

Las líneas de trabajo giran en torno a las siguientes áreas:

  • Conocer, en líneas generales, que son los trastornos generalizados del desarrollo, que el niño sepa qué es lo que le sucede.
  • Desarrollo del lenguaje y de la comunicación. Conciencia fonológica. Aprender a «señalar». Fluidez verbal. Lectura y comprensión lectora. Comunicación no verbal. Comprensión del lenguaje, aceptación de órdenes, expresión, palabras, creación de frases, lenguaje comunicativo y narración de vivencias, contestar y hacer preguntas, conversaciones, creación de historias, descripciones, inferencias, lenguaje en sentido figurado…
  • Programas de integración gestáltico: Seguimiento de la mirada, Habituación-deshabituación, cierre gestáltico, pertenencia-seriación, categorización, simbolización, percepción-inferencia, cierre gestáltico.
  • Desarrollo de la autonomía para realizar hábitos de la vida diaria (vestirse, alimentarse, asearse, ducharse, etc.), empleando diferentes SAAC como los guiones sociales, las historias sociales, los tableros de comunicación, etc., donde los sistemas pictográficos o simplemente «pictogramas» cumplen con un papel fundamental. Se agradece la grandiosa labor del  portal Aragonés de la Comunicación Aumentativa y Alternativa (ARASAAC) aportando numerosos pictogramas, imágenes y software para realizar estas tareas.
  • Funciones ejecutivas, como la atención y la planificación para resolver problemas, la memoria de trabajo, la inhibición, el razonamiento, la flexibilidad, la toma de decisiones, la estimación temporal, etc.
  • Integración visual, como la discriminación visual, el cierre visual, la figura-fondo…
  • Habilidades sociales y capacidad de autodeterminación, para tomar sus propias decisiones.
  • Desarrollo de la inteligencia emocional, la capacidad para comprender a los demás y sus emociones. Actividades que giran en torno a la «Teoría de la mente» (sentimientos, gestos y expresiones faciales, interpretación de situaciones en función del contexto, comprensión de preguntas, interpretación de ruidos, resolución de problemas, pensar e interpretar las intenciones, falsas creencias, saber perder y ganar, trampas y engaños, conversación y función informativa, bromas, juicios morales, perspectiva simple y compleja, etc.). Desarrollo de la afectividad. También se trabaja la empatía y la interpretación de ironías, sarcasmos, mentiras piadosas, persuasión, bromas…
  • Combinado de terapias artísticas y musicales. Discriminación de formas.
  • Técnicas de relajación. Desarrollo de la psicomotricidad. Habilidades cognitivas (percepción, conceptos básicos, memoria, conceptos numéricos, operaciones y problemas, razonamiento abstracto).
  • Intervención educativa en los procesos cognitivos en los cuales presenten más dificultades, como los citados anteriormente (atención, memoria, razonamiento, percepción, orientación espacio-temporal…).

Se utilizarían tanto recursos analógicos como digitales, donde la interacción entre el niño o adolescente y el psicopedagogo será fundamental para favorecer su desarrollo educativo.

La metodología de trabajo es variada: fichas de trabajo, actividades con recursos manipulativos, manualidades, lecturas, realización de proyectos, software educativo, juegos de roles, casos prácticos, dinámicas de conversación, representaciones con títeres, creaciones literarias y artísticas, uso de programas informáticos, tertulias y debates, etc. La metodología es personalizada, adaptándonos siempre a las necesidades y potencialidades de cada alumno o alumna, y en todo momento se produce una interacción continuada entre el alumnado y el psicopedagogo. Se realizará un seguimiento continuado de sus avances para adaptar los objetivos, las actividades y la metodología de intervención. La familia recibirá asesoramiento continuado.

Señalar que el alumnado con Trastorno Espectro Autista (TEA) es beneficiario de las Becas y Ayudas para alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) para recibir programas de reeducación pedagógica (el cual puede ser llevado a cabo por el psicopedagogo) y/o reeducación del lenguaje.

Si desea obtener más información sobre este servicio, acuda a la sección de «Contacto«.

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