
Mi hermano es un chico de 20 años que ni estudia ni trabaja. Mi madre lo hace todo por él y estoy harta de que siempre le saquen las castañas del fuego porque no aprende. No sé qué hacer para que espabile, cada vez que hablo del tema con mi madre se pone melodramática y me saca de mis casillas.
Entiendo por tu mensaje que has intentado dialogar tanto con tu hermano como con tu madre de todo esto y ninguno entra en razón o simplemente ni se puede dialogar con ellos (¿tienes padre?). Creo que antes de hablar con tu hermano, deberías intentar trabajar este asunto con tu madre para evitar que refuerce a tu hermano de manera negativa. Yo intentaría, cuando esté tranquila y animada, hacerle estas preguntas:
- ¿Dónde te gustaría que tu hijo estuviera o qué estuviera haciendo dentro de cinco años? ¿y de diez?
- ¿Crees que ahora mismo él está en condiciones de lograr esto? ¿qué crees que debería hacer para mejorar?
- En caso de que diga «me vale con que sea feliz», preguntar algo así como: ¿Y cómo él puede alcanzar esa felicidad? ¿qué es para ti y para él ser feliz? ¿es una felicidad a corto, medio o largo plazo? ¿crees que en un futuro podría tener problemas para desenvolverse en la vida por sí solo? ¿y será capaz de ayudarte en el futuro cuando te encuentres mal?
Luego habría que hablar con tu hermano. Habría que analizar si su comportamiento actual se debe a una serie de problemas que tuvo en el pasado, o si tu madre lo tuvo muy consentido, o si se encuentra desmotivado con la vida. Todo esto habría que analizarlo, y dirigiros a él mostrando preocupación y ofreciéndole ideas, preguntándole cómo le gustaría verse de unos años y si no tiene metas en la vida. En caso negativo, valorar
el por qué, analizando las ventajas de estudiar y trabajar y por qué él las rechaza. Si él siente que le aburre estudiar porque le fue mal en el instituto, quizás habría que ayudarle a buscar una formación alternativa, más práctica (por ejemplo, formación profesional para el empleo) y menos académica que la formación del instituto y la universidad, y relacionada con sus aficiones. En un gabinete psicopedagógico podría acudir para que realizasen un estudio de su personalidad, intereses y aptitudes con el objetivo de extraer un perfil al cual irían asociadas una serie de salidas académicas y profesionales. Esto sería solo una orientación, pero le ayudaría a despejar el camino y motivarse.