Publicación del libro «El tótem de los deseos y otras historias»

El año pasado, publiqué un libro denominado «El Conde Catdula y otras historias» que recopilaba todos (o casi todos, mejor dicho) los textos que había escrito entre 2015 y 2021 inclusive para trabajar diferentes aprendizajes con mi alumnado. Este año 2022 he publicado el nuevo volumen que tiene el mismo objetivo, es decir, difundir los textos que he ido redactando para trabajar diferentes aprendizajes con mi alumnado: orientación profesional, técnicas de estudio, comprensión lectora, comentario de texto, habilidades sociales, educación emocional, educación en valores, etc., entre otros. También he introducido algunos textos que no introduje en el anterior libro.

A diferencia del anterior libro, los textos aparecen clasificados por nivel educativo (Educación Primaria y Educación Secundaria). Espero que podáis disfrutarlos. Para acceder a la ficha del libro en Amazon, haced click aqui.

¿Por qué es importante desarrollar la resiliencia en los niños y niñas?

¡Buenas a todos y a todas! Antes que nada, pedir disculpas por el retraso en subir una nueva entrada al blog del Gabinete Psicopedagógico Kaposkly. La mayoría de las entradas estaban programadas desde hace tiempo y entre una cosa y otra he estado demasiado liado. En este ocasión, en vez de traeros un caso práctico resuelto, os aporto unas reflexiones personales sobre un tema de actualidad: La resiliencia.

resiliencia

La resiliencia es la capacidad que tienen las personas de afrontar de forma positiva los conflictos, dificultades y adversidades que surgen en la vida diaria, de maneras que estas sean consideradas como retos y oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento personal. Los niños también pueden verse dentro de numerosos conflictos, como los siguientes:

  • Ser víctimas de un caso de acoso escolar o bullying.
  • Vivir en una situación de pobreza, con escasos medios y dificultades para poder comer o tener ropa.
  • Dificultades de aprendizaje, lo que conlleva problemas para alcanzar determinados aprendizajes, afectando a su autoestima.
  • Malas rachas en los estudios, sobre todo a medida que se va subiendo de nivel. Dificultades para asimilar y seguir los aprendizajes, con la amenaza de repetir curso pisándole los talones.
  • Conflictos y problemas de convivencia con sus iguales.
  • Problemas amorosos, para aquellos que sean adolescentes.
  • Dificultades para hacer amistades y tener una vida social estable a un nivel deseado.
  • Problemas familiares, como conflictos entre los padres, procesos de separación conflictivos donde hay juicios por la custodia.
  • Situaciones de maltrato infantil y/o violencia de género.
  • Vivir en un territorio en estado de guerra.
  • Vivir en un espacio que sufre confinamientos agresivos debido a una pandemia.

Podríamos mencionar muchos más. Ahora, ¿cómo desde casa podríamos ayudar a los niños a ser más resilientes?

  • Recordarle cuáles son sus fortalezas, es decir, aquellas habilidades que tienen, qué se les da bien hacer, lo que han logrado hasta ahora gracias a su esfuerzo y dedicación…Es importante trabajar su autoestima.
  • Ayudarles a superar sus dificultades a través de pautas, consejos, simulacros e incluso ayuda profesional, en caso de ser necesario (psicólogos, psicopedagogos, profesores particulares…).
  • Mantener una relación de afecto y confianza, demostrándole a nuestros hijos que pueden confiar en nosotros para que se desahoguen y les podamos ayudar, sin enfadarnos sin necesidad. Para ello, los padres deben trabajar la escucha activa y empática, para así saber entender lo que le sucede al niño bajo su percepción y forma de ver la vida y todas las situaciones. Aquello que para nosotros puede no tener importancia, para el niño bajo su forma de ver la vida sí lo tiene. Es importante que las familias entendamos eso.
  • Ayudarles a buscar el lado positivo de cada situación. Por ejemplo, si están tristes porque les va mal en matemáticas, el lado positivo es que si superan la materia, las dominarán mejor y se sentirá más capaz en un futuro de superar dificultades que tenga en otra materia porque ya sabe las herramientas para ello y se frustrará menos cuando llegue el momento.
  • Ayudarles a desarrollar sus habilidades sociales, es decir, que aprendan a iniciar conversaciones, a hablar en público, a dirigirse a terceras personas, a hacer recados, a afrontar situaciones y conflictos sociales donde intervengan otras personas, que sepan pedir ayuda a las personas más adecuadas en cada caso…
  • Trabajar la iniciativa, por ejemplo, permitiéndoles proponer planes para hacer en familia los fines de semana, a tomar decisiones sobre qué se van a poner para salir a pasear, qué decidan qué van a cenar al menos dos veces por semana, jugar a resolver acertijos y enigmas, debatir sobre noticias que se ven en la televisión y qué podría hacer él para resolverlos…
  • Desarrollar la capacidad de pensamiento crítico viendo dibujos animados que tengan una moraleja o mensaje, y debatir sobre ese mensaje, su importancia, su aplicación en la vida diaria…
  • Buscar un tiempo para desconectar de todo y sentirse bien. Posibilitarle participar en actividades que se le den bien y le resulten placenteras, desde actividades extraescolares hasta actividades de ocio para el fin de semana y las vacaciones. Es bueno que puedan estar en contacto con sus amistades y familiares más apreciados (por ejemplo, tíos y primos, abuelos…), con la naturaleza, hacer deporte de forma regular, participar en actividades de relajación (pilates, yoga, masajes, Mindfulness…), tener una dieta equilibrada…Se debe evitar que los niños consuman excesivas chucherías, los cuales les harán sentirse peor y más agotados.
  • Ayudarle a aceptar que los cambios forman parte de la vida. Acceder a nuevos retos académicos donde requiere mayor dedicación a los estudios, mudanzas, hacer nuevos amigos, comenzar estudios en otros centros educativos, buscar trabajo fuera de casa, resolver problemas con los amigos de toda la vida, el nacimiento de un nuevo hermano, el fallecimiento de un ser querido…Ayudarle a ver las ventajas que obtendrá si se enfrenta a sus miedos y logra alcanzar todas sus metas (por ejemplo, si al final, aunque repita curso, se esfuerza y se deja ayudar en los estudios, aprobará, logrará el título y podrá acceder a una formación ajustada a sus intereses profesionales).

La resiliencia no se desarrolla de la noche a la mañana. Requiere un trabajo constante entre todos y todas. Y a veces pueden surgir baches y momentos de bajón donde parece que hemos dado un paso atrás, pero para eso las familias podemos estar apoyando a nuestros hijos, seguir ayudándole y buscar ayuda profesional. En el Gabinete Psicopedagógico Kaposkly se trabaja la resiliencia dentro de los programas de intervención educativa de la conducta. Si deseas más información, haz clic en la sección de «Contacto«.

Mi hijo siempre suspende y no está motivado por los estudios

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Imagen extraída de: http://ampaponiente.blogspot.com/2012/07/un-verano-con-suspensos-que-hacer.html

Hola mi hijo tiene 19 años esta en 2 bachiller. Repitió 1 y 2 eso. Y desde entonces siempre trae suspensos 5 o 6 y luego en septiembre los recupera y pasa de año con 2 asignaturas sin recuperar. Le han dado la libreta del primer trimestre y a suspendido 6 asignaturas. Ya no sé qué hacer quiero que estudie porque es un chico muy inteligente solo que estudia poco le gusta salir es muy sociable de hecho todos los que le conocen hablan muy bien de el. Porque es un chico que no ha dado problemas es muy educado nos respeta mucho a mi ya su papá. Pero lo que es el estudio nos trae por la calle de la amargura. Ya no sé que decirle por favor que me aconsejan.

No tengo demasiada información, sería necesario que su hijo fuese evaluado por un orientador educativo (psicopedagogo, pedagogo, psicólogo educativo…) para valorar si su hijo presenta algún tipo de dificultad de aprendizaje, o emplea unas técnicas de estudio inadecuadas, si tiene problemas para mantener la concentración o simplemente se encuentra desmotivado. Influyen siempre muchos factores. Es posible que, partiendo de la información que usted nos ha facilitado, le falte motivación para los estudios y no sé si mientras estudia tiene problemas para mantener la concentración. Le sugiero hablar con su hijo sobre la situación y valorar acudir a un gabinete psicopedagógico para realizar el correspondiente estudio de su perfil. Con todo ello, pueden tomar medidas dirigidas a intervenir en sus hábitos de estudio, procesos cognitivos, dificultades de aprendizaje o, en relación con la motivación, orientarle sobre las posibles salidas académicas y profesionales para después del Bachillerato en conexión con su personalidad, intereses y aptitudes. Ignoro si ya usted ha hablado con su hijo sobre qué espera de la vida, sus intereses académicos para cuando finalice el instituto y de qué le gustaría poder trabajar. Es algo importante, porque si no tiene una meta ya definida (en 2º de Bachillerato ya tiene que ir pensando algo), quizás necesite orientación para ayudarle a descubrir qué le gustaría hacer y las posibilidades académicas disponibles para formarse para ello.

¿Qué puedo hacer si mi hermano ni estudia ni trabaja?

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Imagen extraída de: https://mejorconsalud.com/que-hacer-con-un-nino-vago-consejos/

Mi hermano es un chico de 20 años que ni estudia ni trabaja. Mi madre lo hace todo por él y estoy harta de que siempre le saquen las castañas del fuego porque no aprende. No sé qué hacer para que espabile, cada vez que hablo del tema con mi madre se pone melodramática y me saca de mis casillas.

Entiendo por tu mensaje que has intentado dialogar tanto con tu hermano como con tu madre de todo esto y ninguno entra en razón o simplemente ni se puede dialogar con ellos (¿tienes padre?). Creo que antes de hablar con tu hermano, deberías intentar trabajar este asunto con tu madre para evitar que refuerce a tu hermano de manera negativa. Yo intentaría, cuando esté tranquila y animada, hacerle estas preguntas:

  • ¿Dónde te gustaría que tu hijo estuviera o qué estuviera haciendo dentro de cinco años? ¿y de diez?
  • ¿Crees que ahora mismo él está en condiciones de lograr esto? ¿qué crees que debería hacer para mejorar?
  • En caso de que diga «me vale con que sea feliz», preguntar algo así como: ¿Y cómo él puede alcanzar esa felicidad? ¿qué es para ti y para él ser feliz? ¿es una felicidad a corto, medio o largo plazo? ¿crees que en un futuro podría tener problemas para desenvolverse en la vida por sí solo? ¿y será capaz de ayudarte en el futuro cuando te encuentres mal?

Luego habría que hablar con tu hermano. Habría que analizar si su comportamiento actual se debe a una serie de problemas que tuvo en el pasado, o si tu madre lo tuvo muy consentido, o si se encuentra desmotivado con la vida. Todo esto habría que analizarlo, y dirigiros a él mostrando preocupación y ofreciéndole ideas, preguntándole cómo le gustaría verse de unos años y si no tiene metas en la vida. En caso negativo, valorar
el por qué, analizando las ventajas de estudiar y trabajar y por qué él las rechaza. Si él siente que le aburre estudiar porque le fue mal en el instituto, quizás habría que ayudarle a buscar una formación alternativa, más práctica (por ejemplo, formación profesional para el empleo) y menos académica que la formación del instituto y la universidad, y relacionada con sus aficiones. En un gabinete psicopedagógico podría acudir para que realizasen un estudio de su personalidad, intereses y aptitudes con el objetivo de extraer un perfil al cual irían asociadas una serie de salidas académicas y profesionales. Esto sería solo una orientación, pero le ayudaría a despejar el camino y motivarse.

Trabajar la motivación de adolescentes por los estudios

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Imagen extraída de: http://www.aaascholarships.org

«Mi hijo de 12 años ha empezado este año 1º de ESO, hasta ahora ha ido bien, no es un niño de notables, pero lo ha aprobado todo. Este año no tiene ganas de nada, le he quitado el móvil, y le da igual. El estudia pero no lo suficiente porque ha suspendido en el primer trimestre muchas.
He hablado con los profesores y me dicen que no es un niño tonto, que va feliz al instituto, pero que no tiene ganas de nada.
¿Qué puedo hacer, los profesores me dicen que el interés tiene que salir de él.
¿Cómo hago para que muestre interes? porque ya no se que decirle.
Yo soy de hablar las cosas y razonar, pero con el no se puede. Me dice que le hablo de cosas de mayores y que es pequeño para entenderlas.«

Tu hijo acaba de entrar en la adolescencia, y es normal que sufra cambios en sus intereses, y empieza a cuestionar la utilidad de lo que se estudia en el instituto. Hasta ahora puede que haya estudiado por inercia, pero tal vez el salto entre la etapa de Primaria y la eso le haya parecido demasiado significativo y no encuentra el sentido de esforzarse para aprender de la manera en que se aprende en el instituto. Entiendo que has intentado explicarle lo importante que es estudiar y esforzarse ahora pensando en su futuro profesional, pero muchos jóvenes con 12 años aún no tienen claro qué quieren
ser de mayores ni conocen campos que le apasionen, y todo eso les parece muy lejano. Si va feliz al instituto, entiendo que es porque se encuentra al menos a gusto con sus compañeros y compañeras de clase, algo que es positivo. En cualquier caso, habría que valorar si existe alguna otra hipótesis explicativa que justifique lo que le sucede y que hasta ahora haya sido ignorada.

Una solución podría ser acudir a un gabinete psicopedagógico, donde pueden hacer una exploración de su personalidad, conducta, motivaciones y valorar una posible hipótesis explicativa de su actual rendimiento en el instituto. Sería entonces trabajar a partir de esa hipótesis y a la vez trabajar su motivación. Sería también positivo que desde el gabinete se trabajasen con él técnicas de estudio y se realizase un seguimiento de su trabajo, tanto para la realización de deberes como para el estudio de las materias como de su propia motivación e implicación. Quizás contando con alguien que esté apoyándolo pueda mejorar su rendimiento y motivarse cuando vea resultados positivos, y esta persona puede incluso hablar con él cuando se encuentre sin ganas de nada y animarlo. Si les parece bien, si su actitud es positiva cada semana, pueden hacer alguna tarde del fin de semana alguna actividad juntos que le estimule como recompensa por su esfuerzo y constancia.

La adolescencia en general es una etapa dura, y muchas veces en los institutos no se tiene en cuenta ni la madurez vocacional ni las motivaciones. Tampoco siempre la transición entre la etapa de Educación Primaria y la de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es la adecuada, lo cual termina por desanimar al alumnado, o simplemente se plantea una metodología de enseñanza-aprendizaje demasiado conservadora, memorística, injustificable y aburrida, lo cual termina por desanimar al
alumnado. Si el alumnado siente que las tareas que se hacen en clase no sirven para nada, es algo con lo que hay que trabajar.