Por cuarto año consecutivo, he publicado un nuevo libro recopilatorio de textos que he ido creando para trabajar diferentes actividades con mi alumnado. Los textos se dividen en tres bloques según la etapa educativa: Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. De forma transversal, los textos reflejan contenidos y valores relacionados con la libertad, la política, la ciencia, la paz, la asertividad, la empatía, dar segundas oportunidades a otras personas, los viajes y la geografía del mundo, la historia, las habilidades sociales y emocionales…entre otros temas de interés. Fruto de horas de esfuerzo y de trabajo y de los cuales me siento orgulloso de publicar y difundir.
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Como cada año, he vuelto a publicar un libro recopilando todos los textos que he redactado para trabajar diferentes contenidos, habilidades, destrezas y actitudes con mi alumnado. Solo he incluido los textos en sí, no las actividades. Son textos literarios que he utilizado para trabajar contenidos como los siguientes: Técnicas de estudio, habilidades sociales y emocionales (identificar a personas tóxicas, manejar la tristeza y la ansiedad, el valor de compartir y rechazar el consumismo, la empatía y la escucha activa, la resiliencia, la toma de decisiones, la mediación a la hora de resolver conflictos, el éxito y el fracaso…), el fanatismo en el fútbol, la superación de adversidades y el aprender de los errores, vocabulario relacionado con diversas temáticas (los viajes, la Semana Santa, el carnaval…), analizar los rasgos y características de diferentes tipos de textos (narraciones, obras de teatro, descripciones, noticias, entrevistas…), contenidos específicos de diversas materias (ej: biología)…y por supuesto la comprensión lectora.
Al igual que el año pasado, se han clasificado los textos por etapa educativa: Educación Primaria y Educación Secundaria. Como novedad, aquellos textos relacionados entre sí por pertenecer a la misma historia se incluyen dentro del mismo texto, pero dividiéndolo en capítulos.
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«Mi hijo de 12 años ha empezado este año 1º de ESO, hasta ahora ha ido bien, no es un niño de notables, pero lo ha aprobado todo. Este año no tiene ganas de nada, le he quitado el móvil, y le da igual. El estudia pero no lo suficiente porque ha suspendido en el primer trimestre muchas. He hablado con los profesores y me dicen que no es un niño tonto, que va feliz al instituto, pero que no tiene ganas de nada. ¿Qué puedo hacer, los profesores me dicen que el interés tiene que salir de él. ¿Cómo hago para que muestre interes? porque ya no se que decirle. Yo soy de hablar las cosas y razonar, pero con el no se puede. Me dice que le hablo de cosas de mayores y que es pequeño para entenderlas.«
Tu hijo acaba de entrar en la adolescencia, y es normal que sufra cambios en sus intereses, y empieza a cuestionar la utilidad de lo que se estudia en el instituto. Hasta ahora puede que haya estudiado por inercia, pero tal vez el salto entre la etapa de Primaria y la eso le haya parecido demasiado significativo y no encuentra el sentido de esforzarse para aprender de la manera en que se aprende en el instituto. Entiendo que has intentado explicarle lo importante que es estudiar y esforzarse ahora pensando en su futuro profesional, pero muchos jóvenes con 12 años aún no tienen claro qué quieren
ser de mayores ni conocen campos que le apasionen, y todo eso les parece muy lejano. Si va feliz al instituto, entiendo que es porque se encuentra al menos a gusto con sus compañeros y compañeras de clase, algo que es positivo. En cualquier caso, habría que valorar si existe alguna otra hipótesis explicativa que justifique lo que le sucede y que hasta ahora haya sido ignorada.
Una solución podría ser acudir a un gabinete psicopedagógico, donde pueden hacer una exploración de su personalidad, conducta, motivaciones y valorar una posible hipótesis explicativa de su actual rendimiento en el instituto. Sería entonces trabajar a partir de esa hipótesis y a la vez trabajar su motivación. Sería también positivo que desde el gabinete se trabajasen con él técnicas de estudio y se realizase un seguimiento de su trabajo, tanto para la realización de deberes como para el estudio de las materias como de su propia motivación e implicación. Quizás contando con alguien que esté apoyándolo pueda mejorar su rendimiento y motivarse cuando vea resultados positivos, y esta persona puede incluso hablar con él cuando se encuentre sin ganas de nada y animarlo. Si les parece bien, si su actitud es positiva cada semana, pueden hacer alguna tarde del fin de semana alguna actividad juntos que le estimule como recompensa por su esfuerzo y constancia.
La adolescencia en general es una etapa dura, y muchas veces en los institutos no se tiene en cuenta ni la madurez vocacional ni las motivaciones. Tampoco siempre la transición entre la etapa de Educación Primaria y la de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es la adecuada, lo cual termina por desanimar al alumnado, o simplemente se plantea una metodología de enseñanza-aprendizaje demasiado conservadora, memorística, injustificable y aburrida, lo cual termina por desanimar al
alumnado. Si el alumnado siente que las tareas que se hacen en clase no sirven para nada, es algo con lo que hay que trabajar.