
Tengo una hija de 21 años que se encuentra estudiando en la universidad pero siempre me reprocha que estudia por obligación que no le interesa una carrera que le gustaría vivir sin hacer nada tiene muchos amigos nunca le faltan compromisos y tiene que salir siempre, le gusta beber llega tarde por las noches. Me chantajea con el dinero pidiéndome para comer pero lo usa para otras cosas la verdad no sé si seguir aguantando hasta que acabe la carrera o pedirle que se vaya de la casa y que se haga cargo de su vida. Lo que más me asusta es su conducta temeraria al salir de noche y quedarse hasta muy tarde.
Estaría bien poder valorar las motivaciones que tiene su hija y su punto de vista sobre los hechos que narra. En relación a que está estudiando una carrera universitaria por obligación, es posible que necesite ayuda para encontrar algo que le pueda gustar y le interese. Tal vez se precipitó al matricularse en la universidad cuando lo hizo y debió acudir a sesiones de orientación académica y profesional para explorar su personalidad, intereses y aptitudes (incluyendo aficiones) y a partir de esto extraer un perfil con una serie de salidas académicas y profesionales asociadas. No tienen por qué ser estudios universitarios, también puede incluirse formación profesional reglada, formación profesional para el empleo, enseñanzas artísticas, enseñanzas deportivas, etc. Valora si conviene sugerirle esto, aunque ya lleve un tiempo en la universidad. Lo importante es que sea feliz con lo que haga y que no se engañe a sí mismo, a la vez que analice sus objetivos y creencias que puedan ser irracionales.
En cuanto a los otros temas conductuales, entiendo que ya has intentado hablar con ella sobre ello. Te sugiero acercarte a ella, en un momento en el que todos estén tranquilos y alegres, y manifestar tu preocupación sobre su conducta y sus posibles consecuencias. Es normal que, con 21 años, una joven desee divertirse y puede que las responsabilidades sea lo último en lo que piense. Intenta mostrar empatía hacia ella. Piensa en cómo te comportabas cuando tenías su edad o eras adolescente. Cuéntale anécdotas personales tuyas y lo que aprendiste de todo ello, e intenta darle consejos pero sin privarle su libertad. Si ves que te cuesta hablar con ella, pues deberías hablar con un profesional experto en terapia y mediación familiar para que os ayude a dialogar, exponer intereses y llegar a acuerdos.
Espero haberle ayudado. Un cordial saludo.




